El torneo no trajo grandes sorpresas hasta ahora, a excepción del triunfo de Canadá ante Dominicana y, quizás de Dominicana ante Brasil. De todos modos, podemos hacer un análisis certero de lo que pasó con los NBA que participan en la competencia.
Sin entrar en más detalle, pasamos a describir el uno por uno de los jugadores de la mejor Liga del mundo en Mar del Plata.
Los dominicanos
Al Horford, Atlanta Hawks: Tiene tanto talento que no queda otra que tomarse la cabeza cuando se equivoca. Por momentos juega muy lejos de la llave y eso le da soluciones a las defensas rivales. En esta primera ronda ha jugado realmente bien, pero sufre mucho cuando el perímetro no acciona porque cuando recibe doblajes, no tiene en quien descargar.
Toma rebotes, marca diferencia física en el juego de poste bajo y se convierte en una aplanadora cuando intentan controlarlo sin ayudas. En definitiva, se necesita mucho más que una persona para detener a un All-Star.
Charlie Villanueva, Detroit Pistons: Hasta ahora, ha sido la gran decepción del torneo. “Sufrió una gripe y una lesión en el tendón de aquiles durante la preparación en Lexington. Se recupera de a poco”, dijo John Calipari sobre su alapivote. Por ahora, Villanueva luce lento y con algo de sobrepeso, lo que hace que cometa faltas tontas en los dos costados de la cancha.
Hubo algunos indicios interesantes de su juego en el triunfo ante Brasil, pero aún debe dar muchísimo más. Seamos sinceros: ha sido el NBA menos determinante de la primera ronda.
Francisco García, Sacramento Kings: Todavía no puedo borrar de mi cabeza las lágrimas de este hombre tras la derrota ante Canadá.
Es increíble el básquetbol en esta clase de torneos, porque al día siguiente García, con el triunfo ante Brasil, mutó en pura sonrisa. Veamos, este hombre vive de sus lanzamientos, y si no los toma, o los falla, siente que está en deuda con los suyos.
En el Preolímpico ha ido de menos a más y frente al equipo verdamarelo estaba con la muñeca tan caliente que podía hacer pasar una flecha por los ojos de doce hachas alineadas.
Dominicana necesita de este hombre para ser un equipo diferente. Ha demostrado que puede girar, en sólo una noche, 180 grados su nivel. Ese es un gran argumento para volver a creer.
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