OKLAHOMA CITY -- El Thunder no planeará ningún desfile de campeonato por el momento, no cuando este grupo aún no ha ganado una serie de playoffs.
Pero fue difícil ver el ataque de Oklahoma City en los primeros 15 minutos de su victoria por 106-89 sobre los Nuggets el miércoles sin pensar en las palabras "calibre de campeonato". El dominio del Thunder fue tan completo que iban arriba por 26 puntos, 43-17, con 8:44 por jugarse en el segundo cuarto y de allí navegaron hacia la victoria.
La performance contó con toda la dulzura habitual de los talentos de Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden, pero lo que hizo esta actuación fuese realmente especial fue la intensidad defensiva de Oklahoma City. El miércoles por la noche, vimos el efecto del cambio que produjo la importación del centro en la mitad de temporada, Kendrick Perkins, y el promovido ala-pivote, Serge Ibaka, mientras que los dos combinaron para dominar en la pintura.
Perkins estableció el tono físico dejando en el suelo a Wilson Chandler con una dura falta al principio del juego, mientras que Ibaka se adueñó de las tablas. Los Nuggets no tuvieron una mirada limpia hacia el borde del aro hasta la mitad del segundo cuarto; para entonces, Denver había convertido 5 de 20 desde el campo con ocho pérdidas de balón y contaba con un déficit de tres. El dúo también dominó en el cristal, produciendo una ventaja de 17-5 en rebotes ofensivos que fue la diferencia clave en el cuadro de puntuación final.
"Siempre hemos sido un equipo con buenos rebotes como grupo", dijo Scott Brooks. "Ahora tenemos jugadores grandes que realmente llegan y dan batalla en todo momento.
"[Perkins] aporta dureza, tiene una actitud física en todo momento. Es quien es. Lo hace en la práctica, lo hace durante el juego, lo hace en las prácticas de tiro. Estoy seguro de que lo hace cuando lleva a sus hijos a la escuela".
En contraste con el Juego 1, cuando Denver hizo sus primeros siete tiros, la energía del Thunder y la ensordecedora multitud local abrumaron a los visitantes desde el principio. Y mientras que los Nuggets hicieron algunos avances más adelante en el juego, uno no regresa fácilmente de 26 abajo en un partido de playoffs jugando de visitante. El juego estaba esencialmente definido al comienzo del segundo cuarto.
"No queríamos que esos muchachos salieran y tuvieran un aluvión de tiros como lo hicieron en el Juego 1", dijo Durant. "Creo que los obligamos a hacer algunos tiros difíciles. Erraron algunas conversiones fáciles, pero creo que hicimos un buen trabajo cerrando la pintura".
"Ellos estaban energizados, fueron más físicos, más rápidos, probablemente más inteligentes", dijo el entrenador de los Nuggets, George Karl. "Ellos hicieron un mucho mejor trabajo protegiendo la canasta. Y creo que nosotros nos conformamos con tiros en salto".
Los Nuggets son demasiado buenos como para dejar de intentar, uno sospecha, y el Juego 3 el sábado en Denver debería darles la oportunidad de recuperar la serie -- sobre todo con la ventaja de la altitud en casa en entorno a un ambiente hostil en Mile High City. Para los Nuggets, el lado bueno de este juego es que pocas formaciones en el segundo tiempo podrían proporcionar más éxito en el próximo partido.
Karl abrió el segundo tiempo con Raymond Felton y Ty Lawson juntos en el fondo, e insinuó fuertemente que iniciaría el Juego 3 con la misma alineación, con un Chandler en dificultades probablemente dirigiéndose a la banca. Felton jugó 36 minutos desde la banca y Lawson tuvo 37 minutos de acción como titular, por lo que los dos, esencialmente, están jugando minutos de titular de todos modos. Y con la altitud, el frente con dos escoltas les permite apurar el ritmo y hacer que los oponentes terminen sometiéndose.
"Entrar con los jugadores pequeños en la segunda mitad mostró signos de tener éxito", dijo Karl. "Estoy más cómodo con Raymond sobre Westbrook que con Ty. Existe la posibilidad, si Arron [Afflalo] no juega, de arrancar de esa manera el sábado".
Los Nuggets también lograron minutos productivos de Al Harrington, cuyo trabajo abriendo la cancha fue un arma efectiva, especialmente contra la segunda unidad del Thunder. Terminó con 15 puntos y es probable que sume la mayor parte de los minutos como el reserva en la zona de ataque el resto de la serie, empujando a Chris Andersen (sin conversiones en seis minutos) a un papel más limitado.
J.R. Smith, por su parte, no pasará demasiado tiempo en la cancha. Afflalo dijo que va a regresar el sábado, en parte debido a la desesperación cada vez mayor de los Nuggets, sumando otro escolta a la rotación. Incluso en su ausencia, Smith jugó sólo seis minutos en el Juego 2.
"Cuando [Smith] estuvo en el juego, las compuertas realmente explotaron", dijo Karl. "Pasó de 10, 12 a casi 30. Sólo tenía que encontrar a alguien que tuviese ritmo".
No hubo problemas del estilo por el lado del Thunder, ya que recibieron contribuciones de los diez jugadores de la rotación y, sorprendentemente, vencieron a los Nuggets con más profundidad en cuando a puntos de la banca 37 a 35.
Y aunque es un poco pronto para empezar a meditar sobre el futuro del Thunder, cuando sólo están en la mitad de la serie, no se puede dejar de mirar las dificultades de los Lakers y los Spurs hasta el momento y pensar que Oklahoma City, dejando de lado lo joven que es, tiene mucho más que una chance al azar en la Conferencia Oeste de esta temporada.
Ciertamente, pareció ser así para cualquiera que haya estado mirando el partido esta noche. La erupción temprana de Oklahoma City les dio el temeroso recordatorio al resto de la conferencia de que este equipo, tan bueno como lo es ahora, todavía nos está dejando ver una pequeña superficie de su verdadero potencial.
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